Hace muchos años, caminaba enternecida en una exposición de cachorros donde dedicados criadores mostraban con orgullo esas razas que los habían enamorado. Para mí, eran todos animalitos simpáticos: perros o gatos muy limpitos y bien presentados que diferían en color y forma y hasta ahí llegaba mi percepción, ya que poco sabía yo de estándares, líneas de sangre y del estudio y gran esfuerzo que los criadores responsables realizan para preservar, mejorar y cuidar las razas que crían. Pero yendo y viniendo con la vista, sin decidir qué mirar, de repente un par de ojos del más profundo caoba se clavaron en mí y quedé maravillada. Pesadamente apostado sobre una mesa, vi por primera vez de cerca a un gato persa. Si el porte y la pose no hubieran sido suficiente para impactarme, su calma y majestuosidad terminaron de hipnotizarme. Inmóvil y en apariencia abstraído del ajetreo de gente a su alrededor, ese gato grande y naranja, miraba con detenimiento todo lo que pasaba alrededor, pero sabiéndose más importante. Ese día supe que quería tener un persa, imaginando que sería un compañero calmo y tolerante. Hoy sé que el persa es mucho más que eso. Es dulce, apacible, cariñoso, inteligente, comunicativo, valiente, observador y sólo por ser gato, una maravillosa compañía. - Carla .
SOBRE NOSOTROS:
Somos un pequeño cattery ubicado en las sierras cordobesas. Aquí nuestros animales disfrutan de nuestro cariño diario y cuidados personalizados en un marco de naturaleza y tranquilidad.
El cattery surgió como la realización de una idea que vino gestándose durante años y que nos ayudó a encausar esta pasión por los animales, sin los cuales, no imaginamos nuestras vidas.
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